Tener un terreno en propiedad trae consigo un conjunto de derechos, obligaciones y costes. Anualmente el mantenimiento de una parcela o finca asciende hasta los 1.000 euros. Cifra que aumenta considerablemente cuando en el terreno hay construida una vivienda, piscina u otro tipo de estancias. Además, la ubicación, el tamaño del terreno y la comunidad en la que se encuentre la propiedad, también intervienen en el coste total.
¿Cuáles son los principales gastos de un terreno
El coste anual de un terreno en España puede variar ampliamente según el uso o la localización geográfica. Por ejemplo, en una zona rural de la España Vaciada el precio a pagar será mucho menor que si se encuentra en Cataluña donde el pago de impuestos y tasas es más elevado.
Además del coste inicial de adquisición del terreno, los propietarios también deben considerar los costes de mantenimiento, servicios públicos u otros gastos asociados, tales como:
- Impuestos. Como el pago del Impuesto Sobre Bienes Inmuebles (IBI) o la tasa municipal de recogida de residuos.
- Mantenimiento. Desde contratar un profesional para cortar el césped, podar árboles y arbustos, mantener las carreteras y caminos en buenas condiciones, y reparar y mantener cualquier estructura en el terreno.
- Servicios públicos. Suministros como el agua, la electricidad, el gas y el alcantarillado. Su coste de la infraestructura disponible.
- Permisos y licencias, si se va a construir una vivienda o una piscina en la finca.
- Seguro para cubrir daños causados por incendios, robos u otras eventualidades.
- Reparaciones o mejoras
8 formas de reducir los costes de tu terreno
Se torna imprescindible coger la calculadora y saber cuántas son las facturas y pagos que se realizan mensualmente o anualmente en el terreno, para así, conocer cuales son las cifras que hay que hacer descender. Ese dinero puede emplearse para ahorrar, invertir en una reforma o para mejorar otros aspectos del terreno. Para reducir los gastos de mantenimiento de una finca se aconseja:
- Planificación adecuada del terreno. Fundamental para evitar gastos innecesarios. Esto incluye la elección adecuada de árboles que se van a sembrar, así como la distribución de los espacios en el terreno.
- Uso de plantas autóctonas. Aquellas que se adaptan perfectamente a las condiciones climáticas y del suelo de la zona, lo que reduce la necesidad de agua y fertilizantes, y por tanto los costes asociados.
- Riego eficiente. Es importante utilizar sistemas como goteo, aspersión o microaspersión, en lugar de riego por inundación para reducir significativamente los costes de agua.
- Compostaje. El compostaje es una técnica de abono natural que se realiza con restos de poda, hojas, ramas, césped y otros residuos orgánicos del terreno. Esta técnica reduce la necesidad de fertilizantes químicos y mejora la calidad del suelo.
- Reciclar los residuos generados en el terreno, como plásticos, vidrios, latas, y otros materiales, ayuda a reducir los costes de eliminación de residuos y a cuidar el medio ambiente.
- Energías renovables. La instalación de paneles solares o sistemas de energía eólica pueden reducir significativamente los costes de electricidad en un terreno.
- Realizar mantenimiento preventivo regular en el terreno, incluyendo la revisión periódica de sistemas de riego, bombas, y otros equipos, puede ayudar a prevenir problemas y costes mayores en el futuro.
- Usar abonos orgánicos y naturales en lugar de productos químicos, puede ayudar a reducir los costes en el mantenimiento del terreno a largo plazo. Además, también puede mejorar la calidad del suelo y las plantas.
Otras maneras de reducir los gastos en tu terreno
Además de las anteriores, hay otro tipo de prácticas, de compras consciente o de instalaciones que pueden hacer que el terreno sea mucho más eficiente en todos los sentidos.
- Instalar bombillas LED de bajo consumo en las farolas o estancias de la vivienda para reducir el consumo de electricidad.
- Utilizar sistemas de riego inteligentes y programables para utilizar agua solo cuando necesario. Por ejemplo, apagarlo cuando llueve o adelantarlo unas horas en olas de calor.
- Utilizar materiales de construcción sostenibles y reciclados en la construcción de edificios y estructuras en el terreno.
- Cultivar alimentos y plantas nativas que no requieren mucha agua ni fertilizantes.
- Reciclar y compostar los residuos orgánicos generados en el terreno para reducir los residuos y producir fertilizante natural.
- Utilizar sistemas de iluminación natural y ventilación en la vivienda para reducir la necesidad de electricidad y calefacción.
- Instalar ventanas y puertas de calidad para evitar la fuga de calor y aire acondicionado.
- Utilizar herramientas y maquinaria eléctricas
- Planificar cuidadosamente el diseño del terreno y las estructuras para optimizar el uso de la luz natural y la ventilación.
Herramientas necesarias para el mantenimiento de tu terreno
El suelo de la finca es uno de los principales gastos de un terreno. Ya sea mantener a raya el césped, podar los árboles o para sembrar el huerto. Todo ello requiere de unos utensilios específicos. Las herramientas imprescindibles para la puesta a punto de tu terreno son:
- Cortacésped para mantener la hierba a una altura adecuada y evitar la acumulación de maleza.
- Desbrozadora. Con la que eliminar la maleza y matorrales en zonas donde el cortacésped no puede llegar.
- Soplador de hojas, especialmente en otoño, para recoger las hojas y otros desechos de la tierra.
- Hidrolimpiadora. Para limpiar superficies duras como paredes, suelos y mobiliario de jardín.
- Tijeras de poda para cortar ramas y mantener los árboles y arbustos en buena forma.
- Rastrillo con el que remover hojas, ramas y otros residuos del suelo.
- Manguera: Para regar el césped y las plantas.
- Aspiradora de jardín con la que recoger hojas o ramas en una bolsa para su fácil eliminación.
- Guantes de jardinería para protegerse de insectos, malas hierbas o pinchos.
- Carretilla con la que transportar herramientas y materiales de un lugar a otro en el terreno.