Todo lo que debes saber sobre la instalación de un sistema de riego

24 may. 2023
¿Cómo instalar un sistema de riego automático?

Un sistema de riego es un conjunto de dispositivos, tuberías, válvulas y controladores que se utilizan para suministrar agua de manera automatizada y controlada a las plantas y cultivos de un terreno. Los sistemas de riego permiten una distribución uniforme del agua, lo que ayuda a mantener la salud de las plantas y reducir el desperdicio de este suministro. Además, puede incluir sensores de humedad y controladores programables para ajustar el riego según las necesidades de las plantas y el clima.

Tipos de riego automático

Para que el riego sea lo mas eficiente y efectivo posible, es determinante elegir un buen sistema de riego automático. La decisión vendrá determinada por las necesidades del jardín, huerto o zona de cultivo, así como por su extensión. Los mas comunes son:

  1. Riego por aspersión. Este sistema utiliza aspersores que se conectan a tuberías de agua y la rocían sobre la superficie de la planta. Es ideal para áreas grandes y jardines, y puede ser ajustado según la necesidad de riego.
  2. Por goteo. Se trata de tuberías con pequeños agujeros que dejan escapar el agua en cantidades controladas y directamente en las raíces de la planta. Es muy eficiente en el uso del agua, ya que solo se suministra a las raíces de las plantas, y no se desperdicia en el suelo.
  3. Por microaspersión. Este sistema utiliza pequeños aspersores que rocían agua en un patrón más concentrado que el riego por aspersión. Es aconsejable para plantas con hojas sensibles al agua y se utiliza comúnmente en invernaderos.
  4. Por superficie. Emplea canales y surcos para llevar el agua a través de la superficie del suelo. Es muy utilizado en cultivos agrícolas y en áreas donde el agua subterránea es escasa.
  5. Subterráneo. Son tuberías enterradas debajo del suelo que llevan el agua a las raíces de la planta. Es muy eficiente y se emplea generalmente en campos de golf y para grandes áreas verdes.

Pasos para instalar un sistema de riego automático en tu terreno

Colocar un dispositivo para regar el huerto o todo el terreno puede parecer, a priori, una tarea fácil. Es cierto que los nuevos sistemas son mas simples y tienen una instalación mucho más ágil. En caso de duda, y con la finalidad de que la instalación sea la correcta y evitar problemas en el futuro, lo mas recomendable es acudir a un profesional en la materia. Generalmente, para poner un sistema de riego automático se deben de seguir los siguientes pasos;

  1. Planificación. Antes de instalar un sistema de riego, es importante planificar el diseño y la ubicación de los aspersores, la tubería, las válvulas y el controlador. Se debe medir el área de riego y determinar la cantidad de agua necesaria para cubrir las necesidades de las plantas.
  2. Materiales. Se deben seleccionar los materiales adecuados para el sistema de riego como el cableado y accesorios. Es importante asegurarse de que los materiales sean compatibles y estén diseñados para el tipo de riego que se desea.
  3. Preparación del terreno. Antes de instalar el sistema de riego, es importante preparar el suelo. Se deben retirar obstáculos como rocas, raíces y objetos grandes, nivelar el terreno y compactar el suelo para evitar la formación de bolsas de aire que puedan dañar la tubería.
  4. Instalación del sistema de riego. Es importante asegurarse de que la tubería esté enterrada a la profundidad adecuada y que los aspersores estén ubicados en el lugar correcto.
  5. Instalación del controlador. El controlador es el cerebro del sistema de riego y se encarga de programar los tiempos de riego y la cantidad de agua que se debe aplicar. Se debe instalar el controlador en un lugar protegido de la intemperie y cerca de una toma de corriente.
  6. Conexión a la fuente de agua, como un grifo o una tubería principal. Se debe instalar una válvula de cierre para poder cerrar el sistema en caso de reparaciones o mantenimiento.
  7. Prueba del sistema de riego para asegurarse de que todo se ha instalado correctamente. Se debe abrir el suministro de agua y programar el controlador para que el sistema riegue durante unos minutos. Se debe verificar que los aspersores estén funcionando correctamente y que no haya fugas o problemas de presión.
Lo mas importante, sobre todo, es que evita y reduce al máximo el desperdicio de agua. Ahorro, eficiencia y eficacia. Estas son algunas de las principales cualidades de instalar un sistema de riego automático en un terreno.

Características de los sistemas de riego automáticos

Un sistema de riego automático es un sistema que se encarga de regar automáticamente una zona de jardín o cultivo de manera programada. Este tipo de sistemas están diseñados para optimizar el uso del agua y hacer que el riego sea más eficiente, ya que se programan para regar en momentos específicos del día o de la semana, y se apagan automáticamente cuando se alcanza el nivel de humedad deseado. Los componentes básicos de un sistema de riego automático incluyen:

  1. Controlador o programador, que permite programar las horas de riego y la duración.
  2. Válvulas. Son las encargadas de abrir y cerrar el flujo de agua en diferentes zonas.
  3. Tubos y conductos, que transportan el agua desde la fuente de suministro hasta las diferentes zonas a regar.
  4. Emisores. Distribuyen el agua en el terreno y pueden ser aspersores, difusores, micro-aspersores, o sistemas de riego por goteo.
  5. Sensores para detectar la humedad del suelo y ajustar el riego en consecuencia.

Ventajas de un sistema de riego automático

Contar con un dispositivo de riego automático en un huerto o jardín presenta muchos mas beneficios que uno manual. Los más destacados son:

  1. Ahorro de agua. Los sistemas de riego automáticos utilizan solo la cantidad de agua necesaria para regar las plantas y evitar el desperdicio de este suministro. Además, se puede programar el riego para que se realice en momentos del día en los que la evaporación es menor, lo que reduce aún más el consumo de agua.
  2. Ahorro de tiempo y esfuerzo, ya que no requieren que alguien esté presente para regar manualmente. Esto permite que los propietarios de jardines y cultivos dediquen su tiempo a otras actividades.
  3. Riego uniforme. Proporcionan una distribución uniforme del agua en todo el jardín o cultivo. Esto asegura que cada planta reciba la cantidad de agua que necesita y reduce el riesgo de que algunas áreas reciban demasiada agua y otras muy poca.
  4. Flexibilidad. Los sistemas de riego automáticos pueden ser programados para regar en momentos específicos del día, lo que permite adaptarse a las necesidades de cada tipo de planta. También es posible programar el riego durante las vacaciones o ausencias prolongadas.
  5. Mejora de la salud de las plantas. Al proporcionar la cantidad adecuada de agua a las plantas, los sistemas de riego automáticos pueden mejorar la salud de las plantas y ayudar a prevenir enfermedades causadas por el exceso o la falta de agua.
  6. Aumento del valor de la propiedad. Un jardín o cultivo bien cuidado gracias a un sistema de riego automático puede aumentar el valor de la propiedad.
  7. Personalización para adaptarse a las necesidades de cada jardín, incluyendo el tipo de plantas, el tamaño del área y las condiciones climáticas locales.
  8. Coste inicial. Pueden tener un coste inicial elevado en comparación con otros métodos de riego, pero a largo plazo pueden ahorrar dinero en agua y en el mantenimiento del jardín.
Además de ahorrar dinero aumenta la calidad de las plantas. Lo mas importante, sobre todo, es que evita y reduce al máximo el desperdicio de agua.

¿Sistemas de riego automáticos o manuales?

La elección entre un sistema de riego manual o automático depende de varios factores, como la superficie del terreno, la cantidad de plantas que se van a regar, la disponibilidad de agua y la de tiempo y mano de obra para mantener el sistema.

Los sistemas de riego manuales pueden ser más adecuados para terrenos pequeños, donde se pueden regar las plantas a mano sin mayor problema. También pueden ser útiles en situaciones en las que el suministro de agua es limitado y se necesita controlar cuidadosamente la cantidad de agua que se utiliza. Sin embargo, los sistemas de riego manuales suelen consumir más tiempo, agua y energía que los sistemas automáticos.

Por otro lado, los sistemas de riego automáticos pueden ser más adecuados para terrenos grandes, donde sería difícil regar las plantas manualmente. También son útiles si se quiere garantizar una distribución uniforme del agua, ya que se pueden programar para regar en momentos específicos y con una cantidad precisa de agua. El único inconveniente es que tienen un coste mayor de instalación y mantenimiento.

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