Vivir en una caravana en un terreno rústico es una opción de la que a menudo suele ignorarse su vertiente legal, o el proceso a emprender para conseguirlo. Y es que, ¿cómo se tramita el permiso para residir en ella? ¿Qué problemas puede haber al vivir en ella?
Cómo se tramita el permiso para poder vivir en una caravana en terreno rústico. ¿Se puede utilizar como vivienda de primera residencia?
Todo dependerá de la comunidad autónoma y del municipio, ya que la normativa cambia de unas zonas a otras. Para tramitar el permiso que haga posible vivir en una autocaravana hay que ir al ayuntamiento correspondiente a empadronarse. El problema existe en que hay dos opciones en este aspecto:
- Empadronarse en un terreno rústico propio o en un camping. De ser propietario de una finca rústica, o querer vivir en un espacio destinado a las acampadas, se exige la cédula de habitabilidad del domicilio que se quiera incluir en la solicitud. Lo habitual es que una caravana no la tenga, por lo que habría que elegir la segunda opción.
- Empadronarse acogiéndose a la normativa del BOE 122 publicado el 2 de mayo de 2020. En su texto se especifica que cualquier tipo de infravivienda, independientemente de sus condiciones, debe considerarse como el domicilio habitual de la persona solicitante.
Lo importante es no perder de vista que es imprescindible realizar la solicitud de empadronamiento para evitar problemas legales. En el segundo supuesto, es posible que haya que superar una entrevista con un asistente social que confirme que se ha elegido esta forma de vivir por una serie de motivos concretos.
¿Qué puede ocurrir al vivir en una caravana en un terreno rústico sin permiso o en contra de lo que dice la ley?
Dependerá de la normativa de cada entidad local o regional. Lo habitual es que se considere una infracción muy grave, que podría tener consecuencias diversas. Igualmente, aunque se aparque correctamente la caravana, el acampar sin permiso conlleva una multa de hasta 6.000 euros. Es importante subrayar que a estas normas se añaden otras dependiendo de la localización del terreno, o de si se trata de un parque natural.
Además, se debe aclarar qué entiende la ley por pernoctar y por acampar para evitar sanciones posteriores. El texto indica lo siguiente:
- Pernoctar significa aparcar la caravana y dormir en su interior sin ocupar ningún espacio externo. Está permitido en prácticamente cualquier espacio destinado al aparcamiento de vehículos. Las multas solo se recibirían en caso de incumplir las normas de tráfico o de ordenanzas municipales específicas.
- Acampar es usar elementos externos, como una tienda de campaña o sacar una mesa fuera de la caravana, para pasar la noche o realizar una actividad como comer. Está prohibido realizarlo en parques naturales sin autorización y, especialmente, en los terrenos rústicos cercanos a la costa. La ley 22/1988 del 22 de julio específica, en su artículo 97, la prohibición expresa de la acampada con sanciones de 40€ por metro ocupado y de entre 50 y 150€ por circular o aparcar en zonas no reservadas a tal efecto.
¿Y cuánto tiempo se puede vivir en una caravana en un terreno rústico de forma temporal? Esto es algo que dependerá de cada zona de España. En líneas generales, y según la normativa vigente, la horquilla se sitúa entre los 6 y los 11 meses, como máximo.
¿Cuáles son las alternativas para conseguir energía fiable?
De instalarse en un camping, lo normal es que se incluya el servicio. En caso contrario, a la hora de vivir en una caravana en terreno rústico, es necesario apostar por alguna de las siguientes opciones:
Energía solar
Es la más sostenible. El auge de esta energía facilita poder comprar placas que ofrecen hasta 500W de potencia, suficientes para que funcione casi todo tipo de electrodomésticos. De hecho, los nuevos modelos de caravanas están incluyendo en sus techos y laterales la instalación correspondiente para generar energía mientras se conduce.
Generadores
Son eléctricos, y se han convertido en una de las opciones más usadas. Funcionan con gasolina o diésel, y pueden generar entre 500 y 3.000W de potencia. Además, usan un alternador para conseguir un voltaje continuo de 220V. Es posible elegir entre varias modalidades:
- De arranque. Debe arrancarse para que funcione, lo que quizá no sea demasiado práctico.
- Manuales. Funcionan como indica su denominación, para conseguir energía en momentos puntuales.
- Automáticos. Son los más eficaces, ya que se ponen en marcha cuando se necesita energía eléctrica sin necesidad de llevar a cabo los procesos anteriores.
A pesar de su popularidad, no obstante, es imprescindible revisar su nivel de ruido si se quiere mantener la discreción.
Baterías auxiliares
Se pueden recargar enchufándolas directamente a la red o a través de la energía solar. La elección dependerá del presupuesto y de las posibilidades de conexión.
Booster
Convierte la energía de las baterías en electricidad, para que sea posible enchufar un electrodoméstico. Se considera una alternativa más respetuosa con el medio ambiente que los generadores. Sin embargo, exige la instalación de un sensor de temperatura y un fusible con una capacidad de 45 amperios. Ambos elementos provocan el apagado automático en caso de alteración brusca de la temperatura de las baterías.
Canalizaciones y depósitos de agua
La instalación de tuberías que vayan directamente desde el techo de la caravana al depósito de aguas limpias es recomendable si se viaja en las estaciones más lluviosas del año. Al aprovechamiento del agua se añade el no tener que buscar un punto concreto para cargar el depósito de agua cada cierto tiempo. O contar con un terreno que goza este suministro
¿Gas o electricidad?
Dependerá del tipo de placas solares disponibles. Si la instalación es moderna y las baterías tienen capacidad suficiente, se puede apostar por una vitrocerámica y un termo eléctrico. En caso contrario, una bombona de butano o propano puede durar en torno a un mes.
La legalidad, la solicitud de empadronamiento y el aprovechamiento energético son tres de los aspectos fundamentales para confirmar si vivir en una caravana en terreno rústico es una opción viable. Y, en todo caso, la sostenibilidad es siempre la mejor aliada para convertir cada viaje en una experiencia más completa. Todo sea por poder disfrutar de la libertad que da el aparcar donde se desee y ver el mundo sin prisas.